Hace unos días comentaba que una de las asignaturas pendientes de la Aviación Comercial era subir la velocidad de crucero, actualmente anclada en la década de los años 60, con permiso de los irrepetibles Concorde y Tupolev 144.
Bien… parece que en Canadá me escucharon 😉 y Bombardier acaba de anunciar el Global 8000, capaz de volar a Mach 0.94.
Un paso muy interesante para reducir los tiempos de vuelo, muy especialmente en los vuelos de ultra-larga distancia. Todo ello con permiso del consumo de combustible y la moda actual de la sostenibilidad. Siempre existirá el dilema de volar más rápido versus consumir más combustible.
Recuerdo perfectamente cuando Airbus introdujo en el mercado el Airbus A340 y algo más tarde el A330. Permitió a muchas compañías volar rutas de forma directa, como por ejemplo una de las rutas más largas del mundo: Madrid-Santiago de Chile.
Aerolíneas como Iberia o Lan Chile rápidamente introdujeron esa aeronave para eliminar las tediosas escalas. Pero el “coste” de ese avance era volar más lento… para llegar más lejos. En efecto… para lograr más autonomía Airbus no tuvo más remedio que planificar la velocidad de crucero de rutas de largo radio limitándola a Mach 0.82.
Es matemático, al quemar menos combustible se necesita cargar menos a bordo y, por tanto, elevar la autonomía.
Otras aeronaves, como el Boeing 747 o el 777 mantenían su velocidad de crucero en 0.85. En un vuelo de 12 horas la diferencia en los tiempos de vuelo podía llegar hasta una hora de ventaja a favor de los estadounidenses. Pero a base de quemar más combustible.
Recuerdo precismente la ruta Madrid-Buenos Aires que operaban Iberia, Aerolíneas Argentinas y Air Plus Comet con los Boeing 747-200. Cargaban más de 150 toneladas de queroseno para cubrir un vuelo de 12 horas. Un A330-200 cargaba la mitad, volaba también de forma directa aunque tardaba en cubrir la ruta uno 45 minutos más.
Estoy plenamente seguro que casi toda la humanidad quiere volar más rápido pero… esto huele a pura contradicción con lo de ser más sostenibles…
Hay más ejemplos de contradicciones en la sociedad actual:
– Utilizar ascensores versus subir/bajar escaleras.
– Aire Acondicionado versus ropa ligera/ventanas abiertas (lo contrario en invierno).
-Vestir de forma atemporal versus cambiar de vestuario cada dos meses.
-Amazon versus tienda del barrio.
-Obsolescencia programada, «fast food», inmumerables cachivaches inútiles de usar y tirar….
Y muchos más ejemplos…
Recordemos que la aviación no contribuye más que el 3% en el impacto global de emisiones en el planeta.
Así que por mi parte, ¡¡bienvenido sea el Global 8000 y su Mach 0.94!!
Otra noticia relacionada que voy a comentar afecta también al medio ambiente pero en este caso es de corto radio. Volar de Madrid a Castellón, un trayecto que en coche lleva unas 4 horas de viaje.
Parece que la noticia va a contracorriente de la tendencia actual de penalizar las rutas regionales de corta distancia realizadas en avión.
Pero tiene su sentido si se enmarca en la necesidad de hacer conexiones en el aeropuerto de Madrid-Barajas y, por ende, conectar más regiones a través del transporte aéreo.
Sería deseable que para este tipo de rutas se acortaran los procedimientos de salida (SID) y llegada (STAR) de los aeropuertos, que se optimice la navegación lateral y vertical en todo el espacio aéreo.
Que la operación en tierra de aeronaves, pasajeros y mercancías sea más ágil. Caminar más de un kilómetro en la T4 de Barajas para volar a Castellón o a cualquier destino regional es un despropósito. ¿Alguien recuerda la fabulosa T3 que se empleaba para vuelos regionales en Barajas?. ¡Que vuelva por favor!
Finalmente, para aquellos que siguen empeñados en demonizar las emisiones que produce la aviación, es un ejemplo muy claro de ruta para ser operada con aviones turbohélice. Espero que las aerolíneas aspirantes a la ruta lo tengan en cuenta. No se si pido mucho… sólo ejemplos de sostenibilidad sin necesidad de cambiar muchas cosas, tan sólo la mentalidad de algunas mentes pensantes.
Frase de la Semana
«Boeing volverá a ponerse de pie, es todo un símbolo para EE.UU.»,
Carsten Spohr, presidente ejecutivo de Lufthansa
La semana pasada O’Leary sentenciaba verbalmente a su principal y hasta hace poco único proveedor de aviones comerciales. La siguiente semana, otro directivo, presumiblemente más contenido en sus palabras, le daba la vuelta a la tortilla. Pero con clase germánica.
Aunque también reconocía que la crisis que experimenta Boeing es un buen momento para comprarle sus aviones. Y sino que se lo digan a IAG, que contra todo pronóstico decidió apostar por el Boeing 737 MAX. O a su mayor accionista, Qatar Airways, enfrentado judicialmente con Airbus por los presuntos defectos aparecidos en su flota A350.
O’Leary versus Spohr… Gallego versus Al Baker… Airbus versus Boeing… a río revuelto ganancia de pescador… por el bien de toda la industria, lo verdaderamente importante es que ambos constructores sigan en lo más alto. Que sigan produciendo las aeronaves más seguras y fiables de la historia de la aviación comercial.
Efemérides de la Semana
Hace 25 años…
Jueves, 26 de mayo de 1997: Se inaugura la nueva terminal del aeropuerto de Fuerteventura
Hace 50 años…
Hace 100 años…
Foto de la Semana
Esta semana tenemos como portada una imponente fotografía de uno de los tres B747-8 BBJ (Boeing Business Jet) del gobierno de Qatar. Es el matriculado como A7-HHE y fue puesto en servicio en enero de 2016. Es operado por Qatar Amiri Flight, la división de Qatar Airways especializada en vuelos realizados para el gobierno de Qatar.