La aerolínea neozelandesa acaba de anunciar la apertura de vuelos directos entre ambas ciudades a partir del 17 de septiembre de este año. Se operarán 3 vuelos semanales desde la capital de Nueva Zelanda con destino al aeropuerto neoyorquino de John F. Kennedy (JFK), mediante aeronaves Boeing 787-9 «Dreamliner».
La apertura de esta ruta tuvo que retrasarse debido a las restricciones que provocó la pandemia de Covid-19. Greg Foran, director ejecutivo de Air New Zealand, afirma que «con los vuelos internacionales en pausa durante dos años y la re-apertura de la frontera de Nueva Zelanda el próximo 2 de mayo a todos los países exentos de visa, este es el momento que los neozelandeses han estado esperando».
Programación a partir del 19 de septiembre (hora local)
Vuelo | Operador | Aeronave | Salida | Llegada | Frecuencia |
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NZ2 | ANZ | Boeing 787-9 «Dreamliner» | AKL 19:40 | JFK 19:55 | 1..45.. |
NZ1 | ANZ | Boeing 787-9 «Dreamliner» | JFK 21:55 | AKL 07:30 +2 | 1..45.. |
«Estados Unidos siempre ha sido un mercado clave para nosotros y esta nueva ruta consolida nuestro compromiso de desarrollar nuevas oportunidades de negocio entre los dos países. En los seis años previos al Covid-19, el número de visitantes de EE.UU. que viajaron a Nueva Zelanda se duplicó. Analizando el gasto promedio en Nueva Zelanda por parte de los turistas estadounidenses, estimamos que esta nueva ruta contribuiría con 65 millones de dólares adicionales por año a la economía local.
Tradicionalmente, la aerolínea neozelandesa siempre ha reservado sus números de vuelo «NZ1» y «NZ2» para la ruta más emblemática. En este caso, a partir del próximo otoño los vuelos directos a la «Gran Manzana» pasan a ser su servicio estrella.
La duración de los vuelos se estima en unas 17 horas de vuelo, dependiendo del sentido de la ruta, del plan de vuelo calculado y los vientos en altura. La distancia ortodrómica entre Nueva York y Auckland, es decir, la que une ambos puntos en la menor distancia, supera las 8.800 millas náuticas (16.289 kilómetros).
Supone un reto para las tripulaciones, que se programarán dobladas, de forma que se puedan relevar en vuelo para permitir el descanso en las áreas especiales que disponen los 787. En el caso de los pasajeros, los servicios de entretenimiento en vuelo y el desempeño de la tripulación de cabina se encargarán de hacer la ruta lo más amena posible.