Tras una semana negra, en la que la aerolínea alemana se vio obligada a cancelar más de mil vuelos, sus pilotos votaron ayer de forma mayoritaria (97,6%) a favor de la huelga.
Ello amenaza de nuevo la programación de la aerolínea, en plena temporada alta, con más retrasos, cancelaciones y problemas para los pasajeros.
La votación no significa necesariamente que se realizará una huelga, pero es una señal de alerta para tomar medidas constructivas. «Estamos demostrando que estamos listos para hablar”, dijo Marcel Groels, miembro de la junta del sindicato de pilotos Vereinigung Cockpit (VC).
Un portavoz de Lufthansa dijo que respetaban los resultados de la votación y esperaban una solución constructiva en la mesa de negociación. El sindicato de pilotos VC exige un aumento salarial del 5,5% para este año y una actualización por la inflación a partir del siguiente.
También quiere una estructura salarial uniforme para todo el personal de las aerolíneas del grupo Lufthansa, que incluye a la aerolínea matriz, Lufthansa, así como a su división de vuelos vacacionales, Eurowings.
De convocarse la huelga, sería para mediados de agosto y, sin duda, incrementará los más 7.000 vuelos que ha cancelado Lufthansa durante la presente temporada de verano.
Por otra parte, los pilotos Swiss International Air Lines, propiedad de Lufthansa, rechazaron por un margen del 80% otra propuesta de huelga planteada por el sindicato Aeropers. El objetivo principal es reanudar las negociaciones con la dirección de la compañía lo antes posible.